Que pasa en chile, que somos tan amantes de toda la parafernalia legal.
Si algo huele a ley, lo queremos.
No es algo nuevo, chile es un país legalista y por ende, amigo de la burocracia.
En chile, la comunidad de diseñadores web, es más influyente que la de programadores, tal vez, porque son muchos más en proporción.
Una buena parte de los diseñadores chilenos opina que nadie debería desarrollar sin estándares, es decir, las autodenominadas tablas de la ley de la web, lease validaciones W3C.
Si alguien osa desarrollar sin dichas leyes, es sometido a las penas del infierno cibernético, pues a vulnerado el dogma religioso de los estándares web.
No quiero decir con esto que los estándares sean malos, ni mucho menos, de hecho son algo muy bueno, pero cuando se pasa de una alternativa, al fundamentalismo religioso por la opción verdadera y última de lo que debe ser, se termina con la creatividad de un solo golpe.
En lo personal no me afecta, pues no me dejo llevar por modas y aplico mi intuición, mi experiencia personal, y el análisis estadístico, para determinar si algo objetivamente resulta o es una mera apreciación.
Pero encuentro preocupante para el desarrollo web nacional, que la creatividad se vea comprimida por visiones demasiado limitadas. De hecho, en Chile hay muchos especialistas en "arquitectura de la información" y "usabilidad", pero muy pocos SEOS ligados al marketing. Me parece que esto se debe a la poca flexibilidad de parte de los formadores de opinión al momento de probar cosas nuevas.
Aventuro una hipótesis, tal vez existe miedo de perder el foco con algo que ya es seguro y relativamente aceptado - usabilidad y estándares - fente a algo nuevo y poco explorado, SEO e "ingeniería social".
No son esquemas contradictorios, incluso son complementarios, pero siempre que exista flexibilidad, pues el SEO se basa en resultados y no se somete a leyes, más allá de las que le presenta el mismo código.
Solo una muestra, Google, la página más famosa y respetada del mundo, no respeta estandares W3C y todavía usa tablas. Tal vez Google, prefirió pasar de esta religión, o tomar lo que de ella le gustó.
Claro, muchos e-arquitectos ya tienen un horizonte formado, clientes adoctrinados, etc.., para que mancillar el "sancta sanctorum" con la tentación que podría introducir nuevos actores a un nicho de mercado donde ya son apóstoles con inglesias en construcción.
Sus feligreses son ruidosos y portan un dogma de fe, que tiene mucha lógica, pero que no admite discrepancias.
Cuidado con los fanatismos. Las cosas cuando son buenas, no hay necesidad de imponerlas.
por: www.catalan.cl
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